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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Le Petite Ètoile

Una noche encontré una estrella, su brillo me cautivo de inmediato, tanto que a partir de ese momento ya no pude dejar de mirarla, así corrió la noche y entre los caminos del destino que aún no comprendo termine explorando el bosque junto a ella, hablábamos sobre nosotros como si fuéramos viejos conocidos que ahora se daban el tiempo para actualizarse y ponerse al corriente en la vida del otro, bajo las copas de los arboles y con el brillo de la luna en los ojos, íbamos tomados de la mano avanzando en la obscuridad, perpetrando las horas hasta que llego el momento de que cada uno volviera con los suyos a dormir, yo no quería irme, no quería romper el sortilegio de ese momento, ella tampoco estaba convencida pero prometió que volvería por la mañana para estar conmigo en cuanto despertara, desconfié y no creí en ella, así que me di media vuelta para regresar pero en ese momento me tomo de la mano, para cuando volteé a verla ya había sacado de su bolso algo, lo extendió hasta mi entre sus manos y dijo -esto es muy importante para mi, en el guardo mis sueños cuando salgo de viaje, conservarlo hasta mañana como prueba de que volveré.


Por la mañana desperté creyendo que todo había sido solamente un sueño hermoso pero encontré bajo mi almohada lo que me había dejado la noche anterior, pensé que ahora también guardaría mis sueños, cuando me levante recibí su mensaje, volvió y creí ingenuamente que sería para estar conmigo de nuevo, corrí a su encuentro pero al verla supe que las cosas no estaban bien, no tenia el mismo brillo de la noche anterior, sólo volvió por lo suyo y se fue sin ni siquiera cruzar palabra...El día siguió, coincidimos algunas veces pero ya nada fue igual, ya no sentía la misma magia entre nosotros, llego la tarde, entonces fue momento de hacer maletas y embarcarse para volver a casa, lejos de aquel bosque, lejos de ese recuerdo, sin la magia y sin mi estrella.


Llegue a casa extrañándola, deseándola y con miles de ilusiones, al dejar la maleta sobre la cama salto una nota, en ella me dejo los datos para buscarla y para comunicarnos, me entusiasme y tuve ganas de salir corriendo pero, no me atreví, en cambio deje que pasara la noche, pensé y soñé lo difícil que sería viajar hasta su reino y salir ileso, era mejor dejar las cosas en esperanzas...las semanas siguientes nos escribimos, sabia de ella en todo momento, comenzó a contarme su historia, a ser totalmente transparente para mi, cada día que pasaba la sentía más cerca mi, cada ves la necesitaba más, comenzó a meterse en mi corazón, avivó mis sentidos y encendió mi pasión como hacia tiempo no me pasaba y así 45 días después de nuestro primer encuentro, nos vimos de nuevo para hacer un pacto en el que nuestro amor germinaría hasta vencer la distancia.


MI corazón se renovó, se entrego en los meses siguientes y me llevo a sus dominios para dar la cara ante sus padres, personas sencillas y amables que me aceptaron con agrado invitándome a la fiesta que tendrían la semana siguiente, pasaron los días con el esquema de los meses anteriores y llego el día, al arribar encontré música, baile comida y bebida entre rostros desconocidos, camine sobre el pasillo buscando entre los puestos y la gente, entonces la vi recargada en un pilar de piedra llevaba jeans ajustados y un suéter rojo que definía muy bien su cintura, fui a ella, la envolví con mis brazos e intente besarla pero ella me esquivo argumentando que sus padres podrían vernos y disgustarse con ambos, la mañana siguió, entre platicas, extraños y ella con su aire distante y misterioso no daba muchas opciones para mi, sonaron las campanas para anunciar el mediodía, la hora en la que entendería todo, los minutos que aún no puedo olvidar, el momento en que se fundieron cinismo y desengaño para hacerme ver la verdad que me grito desde el principio en cada oportunidad y yo había negado todo el tiempo, se fue de mi lado, corrió por el pasillo y se lanzo a sus brazos, pude ver la verdad, se cayo la venda de mis ojos y percibí el engaño, descubrí que aquella estrella solo era una luciérnaga que ya  tenia dueño, en ese momento lo miraba con un brillo más intenso que con el que me miraba a mi, entendí todo, disimule mi dolor caminando y mirando para otro lado, acepte mi derrota contra alguien que no necesitaba pelear, su amor ya era de él, nada estaba fuera de lugar ni parecía una locura, no necesitaban vencer la distancia para estar juntos, se conocían, se pertenecía y proclamaban entre miradas y sonrisas, yo era sólo un intruso que intentaba hacerse de algo que no era seguro, lo único seguro era que sus besos y promesas eran una farsa.


Entonces llego el momento de tomar una decisión definitiva estaba cerca de la salida y mi corazón empezaba a secarse, sentí su mano igual que la primera noche cuando me detuvo y como aquella vez gire para terminar frente a frente, sentía asco por ella cuando me abrazo, la tarde se consumió en ese recuerdo, su fiesta fue mi tragedia y por la noche volví a casa buscando consuelo en otros brazos, luche con toda mi fe para restarle importancia a la falta de vergüenza de sus actos pero, fue inútil se marchito mi amor y se desbordo el odio, sólo pensaba en vendetta, mi orgullo reclamaba satisfacción y se la concedí, los siguientes meses fingí que todo iba bien, actué como lo que ella quería ver, pero nunca le di lo que en verdad esperaba, en cambio exigía cada ves más de ella mientras iba destruyendo su corazón poco a poco...aunque nunca hubo suficiente para mi, yo habría querido una historia diferente, habría querido ahorrarle todo el dolor, habría...habría sido todo mejor, sólo quería su amor...


Ahora sé que este cuento nunca tuvo sentido pude irme desde el principio y evitarnos todo esto o puedo irme ahora y sé que no cambiara nada yo buscaré hasta encontrar una estrella de verdad y tú volverás con tu Amor.


Victor Aguilar

1 comentario:

  1. Nunca fuiste capaz de entender que las personas pueden añorar a otros aún sin llevarlos en el corazón, que existimos personas buenas que nos compadecemos por muchos y solo amamos a uno, que yo siempre te amé y solo de tu propiedad me volví
    Nunca fuiste capaz de cuidar a la marioneta en que me convertías, dispuesta a seguir tus instrucciones, porque todo el supuesto engaño que llevaba dentro nunca existió, siempre la estrella te mostró su contenido, fue tan claro para ti que te confundiste, que pensaste que cual un bicho común de los que tu conocías en algún momento te dañaría.
    Nunca fuiste capaz de sentir mas que un capricho, pero las cosas adquirieron sentido cuando apenas unos días que esta suma de dos resulto en tres
    que ahora ese pequeño o pequeña estrella de borrego disfruten el amor que tu no pudiste entregar, ahora me dedicare a quien si algo llevará de ti, tus errores no serán, y aunque tenga tus ojos, tu nariz, tu forma de caminar y ese tono de voz que me cautivo, solo me recordara que esta mujer aprendió a amar por ti, gracias pero no lo supiste disfrutar
    Suerte al encontrar otra estrella que como mi luz no encontraras nunca nada igual, nada que guíe así en la obscuridad tus labios a los míos mientras bajo cobijas me prometías que siempre me amarías

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